Hace algunos años descubrí algo que cambió mi forma de ver
la vida, y mi forma de pensar y actuar, para siempre.
Descubrí la fórmula para superar todos estos sentimientos
de insuficiencia e inhabilidad que tanto nos plagan y me di cuenta de que
–sorprendentemente- nada de lo que creemos que es real, lo es. Permíteme explicar…
El único significado que tienen las cosas es el que uno
mismo les da. A todo le asignamos un
significado basado en todo lo que hemos vivido, lo que nos han enseñado, lo que
hemos visto en los demás, etc. Pero nada
de esto es una verdad absoluta, sino que es tan sólo nuestro punto de vista
particular.
¡Esa “realidad” está sólo en nuestra cabeza!
En pocas palabras, si tienes problemas de autoestima,
significa una cosa: Que no eres quien
crees que eres.
Más adelante entenderás.
Entonces, ya pasadas las introducciones, vamos a lo
bueno. Solo una pequeña
advertencia:
Si sigues esta información al pie de la letra, tu vida
cambiará para siempre. Si lo que te
gusta es la comodidad y la rutina, o simplemente no estás dispuesto a hacer
algo grande por ti mismo, no leas mas adelante (aunque los dos sabemos que
estás leyendo esto por una razón).
Quedaste advertido…
“No es que algunas
personas tengan fuerza de voluntad y otras no, sino que algunas personas están
listas para cambiar, y otras no.”- James
Gordon
Lo primero que uno debe de saber acerca de la autoestima es
sencillo:
Vivimos en un mundo de causas y efectos, nada se manifiesta
por si solo de la nada. Todo es
resultado de algo más. Como mencioné
anteriormente, antes de crear algo primero tuvo que haber existido una decisión
que llevó a esa creación.
Con “creación” me refiero a cualquier cosa, como lo es un
producto, un estilo de vida, un proyecto, o en el caso que nos interesa, una
nueva imagen de lo que somos.
La imagen que tienes de ti mismo es solo eso, una
imagen. Pero esa imagen también es un
efecto, y tiene su causa en todo lo que has aprendido y vivido durante toda tu
vida desde que eras pequeño, lo cual ha sido resultado de decisiones hechas por
ti o por tus padres.
Esto a su vez fue consecuencia de las decisiones hechas por
los padres de tus padres y sus contemporáneos y así hasta que te des cuenta de
que tu simple existencia en este mundo no es una casualidad, sino un conjunto
de causas anteriores infinitas que dieron como resultado tu existencia.
¿Pero esto porqué nos interesa?
Porque todo lo que eres en este momento, incluyendo tu personalidad
y tu ego, son resultado de una imagen que has creado en tu cabeza acerca de lo
que crees que eres, basado en todo lo que has experimentado a lo largo de tu
vida.
Todo lo que aprendiste en tu casa, la forma en que te trataban tus
padres, lo que te enseñaban tus maestros, lo que vivías en la escuela, el trato
que tenías con los demás niños, etc.
Mas adelante tu personalidad y caracter fueron formados por
tu círculo de amigos, tus influencias, tus intereses, relaciones amorosas,
éxitos, fracasos y demás.
Todos esos momentos y esas experiencias y esos aprendizajes
se reunen hoy en un sólo momento dando como resultado lo que eres HOY.
Así es. Tu momento
presente es resultado de todos los momentos anteriores de tu vida sumados.
El problema es que si esas experiencias son negativas para
ti y en algún momento sufriste de algún rechazo, abuso, o desprecio (como el
99.9% de la población mundial), estos sentimientos –si no se manejan
adecuadamente- pueden llevarnos a sentir que no somos suficiéntemente buenos,
que no valemos lo suficiente, que no merecemos tener más o que simplemente no
tenemos la capacidad o habilidad que tienen otros para lidiar con la gente que
nos rodea.
Esto es bastante peligroso para tu vida, porque cuando
empiezas a pensar así dejas de soñar, dejas de vivir y empiezas a conformarte
con lo que te “toca” vivir. Y vienen
consecuencias que son dificiles de revertir sin la ayuda adecuada.
Para eso estoy aquí. Pero es
importantísimo que primero aceptes que todas las dudas que tienes de ti mismo
son consecuencia de alguna situación pasada que fue mal manejada o mal vivida,
que dejó su huella en lo más profundo de tu subconsciente y ahora te acecha
todos los días.
¡Pero esto no quiere decir que ese realmente seas tú! Tú no eres así, tú te hiciste así por
consecuencia de como has manejado o como te enseñaron a manejar todas tus
situaciones anteriores.
Yo sé que muchas
situaciones de nuestro pasado son difíciles y que como dicen, “no somos de
palo” y nos afectan. Pero la vida tiene
una forma muy particular de enseñarnos lecciones y nuestro primer paso es este:
Paso 1… Aprende a aceptar que
todo lo difícil que te ha pasado son lecciones, donde, si no aprendes la
lección, te seguirá sucediendo lo mismo una y otra vez.
Esto es súper importante para empezar a desarrollar una mentalidad
triunfadora, pues ahí te va un dato acerca de los vencedores de la vida y los
derrotados por ella:
Los vencedores tienen el valor para intentar, fracasar, aprender y
volver a intentar a pesar de la adversidad, del miedo y de la opinión
pública. Aprenden a vencer las
circunstancias, y a no dejarse derrotar por ellas.
Los demás lo intentan, pero cuando fracasan no reunen la
fuerza necesaria para aprender y volver a intentar, y se quedan donde están,
viviendo como víctimas de sus circunstancias, creyendo que estas son mayores o
más fuertes que ellos mismos.
¡Y que triste es esto!
Porque la realidad es que todos tenemos la fuerza adentro para vencer
cualquier circunstancia que la vida nos pone enfrente, si es que sabemos
reconocerlas como lo que realmente son:
Oportunidades de mostrar lo que valemos.
Así que aquí te dejo un ejecicio para que te des cuenta de exactamente
que es lo que está pasando en tu cabeza y como tu mente esta incorrectamente
enfocada en las cosas que están “mal” contigo, en lugar de las cosas que estan
bien.
Ejercicio:
a) En
una hoja de papel dibuja 4 columnas. En
cada columna escribe lo que se pide a continuación. Y al final del ejercicio te diré que
significa cada columna.
b) En
la primer columna escribe 3 situaciones adversas sociales que tengas hoy en tu
vida. Ya sabes cuales, esas cosas que
juras que te pasan por mala suerte o por deficiencias personales porque “así
eres”.
Puede ser que te traten mal en el trabajo, en la escuela,
en tu casa, puede ser que no tengas suerte en el amor, puede ser que no
parezcas “encajar” en los circulos de amigos que quieres, o incluso puede ser
que no te sientas lo suficientemente bueno para hacer algo grande o importante
en tu vida.
c) Ahora
escribe en la segunda columna porqué crees que cada una de estas situaciones te
está pasando a ti. Explica porqué crées
que no es tu culpa.
d) En
la tercer columna escribe que habilidades consideras necesarias tener para
superar estas situaciones. ¿Que
conocimientos necesitarías tener para que esta realidad cambie o qué cualidades
podrían compensar las deficiencias que mencionaste en la segunda columna?
e) En
la última columna escribe los pasos que podrías tomar para desarrollar esta
habilidad, conocimiento, atributo, etc. incluyendo un paso que podrías tomar
HOY MISMO.
Lo que quiero que veas con este pequeño ejercicio es veas
la diferencia entre una mente vencedora y una mente “víctima”:
La primer columna-
Esto es lo que percibes como tu realidad.
Es sólo eso, una percepción, no una realidad absoluta, pero por ahora
símplemente aceptalo.
¿Porqué? Porque así
es tu mente HOY. Pero lo vamos a cambiar
eventualmente. Sigue leyendo.
La segunda columna-
Esta es la parte derrotista o “victimizante” de la mente. Es aquella voz en tu cabeza que te dice “no
es tu culpa, asi naciste” o “es culpa de tus padres y de tus amigos”. Esta vocecita surge cuando buscas desviar
responsabilidad (es decir, echarle la culpa a algo o alguien mas).
Nuestra mente es experta en encontrar culpables para
quitarnos responsabilidad y dejarnos más “cómodos”. Y entonces piensas que si no es tu culpa,
seguramente tampoco puedes hacer mucho al respecto, verdad?
Y es que así le gusta a tu mente, que todo se quede
igual. Tu cerebro tiene un mecanismo de
defensa que te manda alertas cuando algo está cambiando y hace lo posible por
convencerte de que no salgas de esa zona de confort.
Esto sucede porque la tarea #1 de tu cerebro es protegerte,
mantenerte vivo. Y cree que al no haber
cambios en tu entorno seguirás sobreviviendo.
Es un mecanismo que se desarrolló hace milenios cuando la
humanidad vivía en cuevas y aldeas en la selva, y cualquier cosa podría
representar un peligro mortal. De tal
forma que cuando uno se aventura a salir fuera de lo que uno conoce, el cerebro
le manda señales de alerta para que se regrese a la “zona de confort”.
Lo malo es que nuestro cerebro no ha podido evolucionar tan
rápido como nuestra sociedad. Y mientras
que hoy en día no existen tantos peligros mortales en nuestro día a día,
nuestros cerebros no distinguen y siguen protegiéndonos de los cambios en
nuestro entorno.
Lamentablemente, para muchas personas su zona de confort se
encuentra en el “pobrecito de mi, yo no tuve la culpa”. Y salir de ahí le cuesta todo el trabajo del
mundo.
Esta parte de tu mente es la que más usas cuando estás en
modo “derrotado” o “perdedor”.
La tercér columna-
La parte proactiva de nuestra mente, esta es la que busca soluciones. Esta parte empieza a funcionar únicamente
cuando se cree que existen soluciones.
Cuando esto sucede, nuestra mente también puede ser experta
en encontrarlas. El principio de una mentalidad
triunfadora empieza aquí.
Tu subconsciente es increíblemente habil para encontrar
soluciones, el problema es que está sujeta a lo que le dice nuestra mente
consciente.
Lo que se le esté repitiendo una y otra vez es lo que va a
tomar como punto de enfoque y buscará en tu entorno todo lo relacionado con eso
que estás pensando.
Si estás pensando constantemente en soluciones tu
subconsciente se encargará de encontrar más soluciones en tu entorno.
Y si lo que nuestro subconsciente está recibiendo son
pensamientos de problemas, y sentimientos de insuficiencia, en que crees que se
va a enfocar, ¿en encontrar soluciones o en encontrar más problemas?
La cuarta columna-
Esta es la continuación de una mente proactiva.
La ACCIÓN. Una persona
triunfadora siempre está buscándole solución a los problemas y tomando acción
para resolverlos lo mas pronto posible.
Nunca es demasiado tarde para tomar acción y no hay mejor tiempo que HOY
para hacerlo.
Lo que quise demostrarte con este ejercicio es que tanto tú
como yo como toda la gente (exitosa o no) en este mundo poseemos la capacidad
mental para pensar de forma perdedora o ganadora, pero es cuestión de decisión
y hábito cuál vamos a utilizar.
Es común que por comodidad o temor a fracasar utilicemos la
parte “víctima” de la mente, pero te aseguro 100% que eso no te llevará nunca a
disfrutar de tu vida como sabes que puedes.
Siguiente paso a tomar:
Empieza a conscientemente encontrarle la solución a los
problemas, en lugar de buscarle los problemas a los problemas.
Cambia tu diálogo interno.
Si piensas “no puedo porque no sé cómo”, di “no puedo porque no se cómo,
pero puedo aprender”
Haz esto con todas las dificultades que tengas el día de
hoy y conviértelo en hábito. Acostúmbra
tu mente a ser triunfadora, no víctima.
INTRODUCCIÓN: http://planetaobjetivo.blogspot.mx/2014/09/7-pasos-para-aumentar-la-autoestima-y.html
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